Selva Almada y las muertes sin justicia: literatura contra el olvido en “Chicas muertas”

Con una escritura cruda y precisa, Selva Almada reconstruye tres femicidios ocurridos en los años 80 para denunciar la violencia patriarcal y el silencio cómplice de una sociedad indiferente. "Chicas muertas" no solo es un libro urgente, sino también una obra clave del periodismo narrativo argentino contemporáneo.

Información útil Hace 1 horaLeila RiveraLeila Rivera

¿Quién es Selva Almada?

Selva Almada (nacida el 5 de abril de 1973 en Villa Elisa, Entre Ríos) es considerada una de las narradoras destacadas de la literatura argentina actual y una voz potente del feminismo literario.

Formada inicialmente en Comunicación Social y Literatura en Paraná, se mudó en 2000 a Buenos Aires, donde continúa dictando talleres y codirigiendo la librería Salvaje Federal —dedicada a la literatura de provincia— y el ciclo de lecturas Carne Argentina 

Su obra ha sido traducida al menos a 10 idiomas, con reconocimientos como el First Book Award de Edimburgo por El viento que arrasa (2012) y preselecciones al International Booker por No es un río (2020), además de su consolidación como escritora comprometida con la escritura híbrida y la denuncia social.

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Una crónica que se vuelve manifiesto

Publicada en 2014, Chicas muertas se inscribe en la tradición del periodismo literario, con un fuerte anclaje en una mirada política y de género. Almada reconstruye tres femicidios de los años 80 en provincias interiores de la Argentina, visibilizando casos silenciados por la prensa y la justicia.

Lejos de un true crime anglosajón, su relato evita el morbo y pone el foco en las víctimas: sus vidas, sus madres, sus comunidades. Su escritura austera y empática, cargada de indignación, plantea un gesto ético: que no se olvide.

Femicidios antes del Ni Una Menos

A un año de la gran movilización feminista de 2015, el libro funciona como una precuela literaria que anticipa y acompaña el despertar social de Ni Una Menos. Almada interroga: ¿quién merece ser recordado y quién no? ¿Qué determina la visibilidad de un crimen? Chicas muertas responde desde la escritura, alzando la voz por aquellos casos que quedaron en la sombra.

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 Una escritura sin concesiones

La prosa evita el folclore y el efectismo; en su lugar, propone una narrativa dura pero hermosa, con un lenguaje regional que al mismo tiempo se vuelve universal. Su honestidad con sus propias emociones—admite llegar “tarde” al relato y no poder reparar el daño—es parte de lo que convierte el texto en una pieza política y profundamente humana.

Una obra clave del feminismo narrativo

Selva Almada transita con fuerza literaria los territorios de lo íntimo y lo colectivo. "Chicas muertas" no es solo crónica, es archivo, memoria, denuncia y espejo: un espejo para mirar la Argentina de hoy, vulnerable al patriarcado estructural que sigue alimentando femicidios y omisiones.

Leído en 2025, este libro sigue siendo indispensable para comprender cómo la literatura puede ser una herramienta de cambio real.

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